domingo, 13 de octubre de 2013

Que duela, pero que no lastime

La lastima es esa sensación que uno tiende a tener cuando ve a otro en una posición sin capacidades, ni dotes, o reducido en sus herramientas. Es ese sentimiento doloroso que causan en el alma los padecimientos y desgracias de otros. La lástima es una sensación que puede provocar una posición complaciente donde el sujeto “lastimado” recibe el apoyo de los que sienten esa lastima. Es interesante la capacidad de la corporación mediática de  tratar a la Presidenta como alguien que no merecen darle lastima. Por eso, la corporación fuerza y usa sin cesar su principal arma: la psicológica.
 
Los órganos de propaganda siempre fuerzan a conmocionar el inconsciente provocando informaciones, análisis, noticias y sobretodo, sensaciones sobre el resto de los individuos. Pero esta herramienta  psicológica, manejada por otros individuos y corporaciones, con fines completamente  diferentes a promocionar el bienestar social, se convierten en una arma que mata, pero de a varios tiros.
La corporación mediática tenía un fin en esta semana. Tratar de que no se genere lastima por una operación de urgencia sobre el cráneo de nuestra Presidenta. La (mala) salud de los Presidentes latinoamericanos ha demostrado que la realidad mediatizada por la corporación no es tan negativa como se cree. Las demostraciones de afecto y cariño a los lideres en momentos terribles y trágicos mostraron que los gobiernos cuentan con una masa de militancia y organización detrás, pero también con un gran número de anónimos que apoyan los proyectos políticos. Si la corporación mediática no quiere generar lastima sobre la figura presidencial, es más, la niega y la muestra débil ¿a que le tienen miedo? ¿No será que sus esperanzas blancas no tienen nada asegurado?
La demostración mediatizada de que CFK está débil, que no tiene poderes, y que dejo al mando a un “corrupto”, muestran una vez mas, la desesperación de provocar un golpe más al interior del sistema político argentino. Los medios plantean y manipulan sus armas psicológicas generando esta neblina desinformativa buscando únicamente un fin: quebrar un gobierno. Golpearlo, humillarlo y sacarlo del poder.  Por eso, la herramienta principal con que cuenta la corporación mediática es esa capacidad de generar una sensación, buena o mala, al abrir el diario, escuchar un programa de  radio o al instante de prender la tele. La herramienta se convierte en un arma.
La campaña electoral vulnera la agenda política, convierte en hechos cuestiones que en otro momento no lo son, tapan hechos que en otros momentos lo son, y así sucesivamente. Y esta corporación mediática convierte en tapa lo que quiere o no. Se dijeron múltiples cosas alrededor de esta operación. Que esconden una enfermedad, que está enferma de poder CFK, que la internaron pero no la operaron ni nada ya que quiere que aparezcan como perdedores Scioli y/o Insaurralde, que durante su mes de reposo nos deja un presidente en ejercicio sin poder, etc. Todo esto deja en claro que la operación quirúrgica de CFK se convierte en una operación mediática ya que la herramienta psicológica que posee la corporación mediática es un arma mortal.

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