martes, 25 de febrero de 2014

El massismo, el arma poltica para la profundizacion de los oligopolios

Hace poco, Felipe Sola y José Ignacio de Mendiguren, en diversas declaraciones permitieron establecer una estructura de pensamiento de lo que es el Frente Renovador en la realidad política actual. La vuelta al discurso económico de que la inflación es generada por la puja salarial nos lleva de vuelta a los 90s donde los ajustes “reales” eran generados congelando salarios reales, para luego reducirlos, y después no poder siquiera usar los ahorros, ya que esos ahorros servían para mantener el sistema financiero.

“La gente está dispuesta a bajar sus salarios si fuese necesario”, dijo, muy suelto, Felipe Sola. Mientras que en las pantallas de C5N, De Mendiguren pedía “suspender las paritarias” para salir de esta “supuesta” crisis económica generada por el gobierno. Siempre son las mismas estructuras de pensamiento que tratan de combatir el principal mal de esta sociedad: la clase trabajadora. Ya no es necesario aclarar que el congelamiento de salarios perjudica de forma directa a la clase trabajadora y a una gran parte de la clase media empleada.  Pero lo que no deja de esclarecer es el remedio a esta “supuesta crisis”. Ajuste, devaluación y que lo pague el trabajador.

Está claro que hablamos de “supuesta crisis” porque esta alza de precios fue armada por las corporaciones agrarias, alimenticias y de medicamentos, amparados por la usina mediática privada del Grupo Clarín y sus progenitores. El “miedo y la incertidumbre del aumento”, como la híper inflación de los 80s, que generaba aumento en el consumo, y sobretodo, aumento irrisorio de precios es un circulo vicioso difícil de digerir si uno piensa que esto está siendo generado.
 


En primer término, esta situación vivida en estos días es incomparable con una hiperinflación donde los aumentos eran en horas e inverosímiles y los salarios se paralizaban ante el intento logrado de desarmar el aparato industrial por el menemismo. En segundo término, los aumentos generados sobre diversos productos se deben a una necesidad empresarial de mantener los mismos márgenes de ganancias que antes. Partamos de un caso donde no existe la influencia de las importaciones ni de las divisas extranjeras como es el cemento. El cemento es un oligopolio, el 96% del mercado lo controlan 3 empresas. Si, solo 3 empresas. Cemento Avellaneda, Cemento Minetti, y Holcim (ex Loma Negra). Está claro que la materia prima es nacional, y sobretodo la mano de obra se paga en pesos. Durante los 3 días de la “estampida del dólar”, estas 3 empresas aumentaron un 25% la bolsa de cemento. ¿Casualidad o causalidad? Lo mismo que aumentó el dólar en esos días de Enero. Una bolsa de Cemento Portland pasó de cobrarse 47$ finales (con IVA incluido), a 57,50$ finales, posterior a la estampida. Pensemos este caso, y multipliquemos a la siguiente lista.

 
 


El gobierno nacional al emplear la política de los #PreciosCuidados establece un punto de partida intermedio. Por una parte, beneficia al consumidor directo de productos que es el pueblo bajando y fijando precios de bienes de supervivencia como son los alimentos. Pero por otra parte, permite que el “mango de la sartén de los precios” lo siga teniendo esta clase especuladora empresarial controladora de los bienes y servicios que consumimos. Por eso mismo, el precio esta manifestado por un componente esencial que es el costo. Esto debe guiar al gobierno nacional, ¿cuál es el costo de un producto? Y a partir de allí generar un precio para el consumo interno de los productos. Para eso es necesaria la Junta Agro-Alimentaria que controle desde la producción hasta la comercialización de los productos en el mercado interno. Que no tengamos influencias por aumento de divisas o incertidumbres financieras sobre nuestra canasta básica. Hoy, en 2014, si pensamos un poco para atrás, da más bronca pensar que un “voto no positivo” permitió no generar un instrumento recaudatorio importantisimo como las retenciones al comercio agrícola que se podría haber utilizado para la formación de esta Junta o para controlar la producción agrícola altamente competitiva. Si pensamos que un conjunto de no mas de 100 empresas controlan el 80% del comercio nacional, desde las agropecuarias, las alimenticias, las energéticas (YPF incluida como una sociedad anónima) , las mineras y las metalúrgicas, y que se encuentran concentradas en 2 o 3 empresas líderes, sabemos quiénes son los verdaderos formadores de precios. Por eso, resulta como mínimo llamativo, o como yo creo alarmante seguir dejando que este puñado de empresas sigan controlando los precios. La estrategia comercial de estas empresas es clara. Que los aumentos conseguidos en las paritarias salariales y los aumentos a las jubilaciones sean “comidos” por la inflación generada por los oligopolios formadores de precios. Para ellos, los aumentos no valen, o no los merece nuestro pueblo, por eso, desprecian al pueblo trabajador y lo de-precian, subiendo precios con motivos y razones distorsionadas por otro oligopolio como son las empresas privadas de medios de comunicación. A pesar de todo,  el control ciudadano ejercido por los #PreciosCuidados es necesario, pero no es definitivo ni suficiente. Es necesario crear una institución que acompañe al pueblo en su rol de controlador y ponga en regla a estos especuladores no únicamente con multas, sino consiguiendo el objetivo de fijar precios internos que sean posibles auditar por todos. Porque si hay algo que siempre nos enseña el capitalismo en todas sus variantes es que la voracidad nunca se apaga.
 
Por eso, la variante neoliberal del nuevo milenio se presenta como un arma de doble filo. Por una parte, los sectores mas duros, enemigos del gobierno, empresarios de corporaciones, que con la herramienta económica-financiera generan la “enfermedad de la inflación” amparada en la masificación “objetiva” de los  medios de comunicación. Porque esos medios de comunicación reciben millonarias sumas por espacios de publicidad de estos oligopolios formadores de precios (el ejemplo más claro de asociación entre los oligopolios es Expo Agro  manejada por el Grupo Clarín). Y del otro lado, están los congruentes políticos que se acoplan a este mandato ecnomico, como los Felipe Sola, y los Jose de Mendiguren, y desde el aparato politico reclaman congelamiento de salarios para cumplir con el plan de los oligopolios. Ajuste en los salarios y que no haya discusión sobre los precios y su formación.

Por eso, en este momento histórico, donde la usina neoliberal cobra fuerza, donde la restauración conservadora se hace oir a través de intentos financieros de golpes en toda America latina es necesario que el gobierno busque contrarrestar esta movida especulativa, no con las formulas para  generar “confianza” en los mercados, sino combatiendo el capital y generando mecanismos, instrumentos e instituciones para que el precio interno no siga subiendo como la Junta Agro Alimentaria. La nacionalización del comercio nacional se hace indispensable para que el neoliberalismo aggiornado no logre capitalizar la opinión pública ni mucho menos logre intentar golpear de muerte a un gobierno que nos demostró que cuando existen dificultades da el doble de sus esfuerzos. Y esperemos por última vez que logre la profundización que muchos apoyamos y necesitamos para que un futuro gobierno, sea del color que sea, no pueda dar marcha atrás con las medidas políticas, económicas y sociales logradas en esta década.

Por último, para ilustrarte mejor lo de los oligopolios en nuestro país te propongo que veas o recuerdes los productos que compras en el super, en el almacén o en el chino, y pensá si estas colaborando con estas empresas formadoras de precios. Te vas a asustar…

 

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